Etér: Un Atlás de un mundo onírico
por Spencer Arguijo
ÉTER es el segundo álbum de la artista experimental multidisciplinaria Alina Sánchez, nacida en Tlaxcala, México. Desde el primer minuto, este álbum de electrónica experimental presenta una lluvia de sutiles secuencias taciturnas que hipnotizan al oyente e invitan a refugiarse en lo más profundo de la psique. Sánchez enfatiza temas como el tiempo y lo efímero, los cuales se reflejan en esta obra sonora.
A diferencia de su álbum debut "forest epiphany", donde las notas remiten a un proceso de integración con la naturaleza, en éter se percibe como el preámbulo de la inmersión a un sueño lúcido, suaves caricias hacía las fibras del inconsciente para desplazarlo a hermosos y oscuros paisajes propios del interior.
Cada una de las piezas que integran el álbum es nombrada en relación a las diversas formas que adquieren las nubes bajo diversos fenómenos climáticos.
Cumulus, la pieza que abre el álbum, indica un cúmulo de nubes aisladas. Es un tímido loop de secuencias en descenso que invita al oyente al ingreso al túnel de sensaciones.
En Stratus, se encuentra la primera silueta melódica guiada por suaves osciladores polifónicos.
Stratocumulus, una gran masa de nubes oscuras en conjunto, es una pieza de 8.32 minutos de duración en un loop de tono oscuro que otorga un giro en el sentir de placidez hipnótica hasta convertirse lentamente en el sentir de una tensa espiral en la que estamos inmersos.
Cumulonimbus, el cuarto track, es un desplazamiento mediante ondas binaurales que arrebata el consciente hacia un estado introspectivo. Con sus 7.28 minutos de duración, es casi imposible evitarlo.
Altocumulus prosigue este viaje dentro del túnel del inconsciente, dotado ahora de coros sintéticos, donde nuestra mente se verá confrontada a la elección entre dos lados: luz u oscuridad; la elección es nuestra.
Altoestratus aparece con una melódica de tonos más altos, luminiscentes por instantes, y por consecuente se vuelve esa bocanada de aire al emerger a la superficie.
Nimbostratus nos desplaza plácidamente consumidos por loops en desniveles más claros, que junto a Cirrus, la antepenúltima pieza, forman una gama de tonalidades airosas.
Cirrustratus, la penúltima pieza, fue una de las primeras que compuso Alina en la creación de ÉTER y bien podría figurar como el sencillo de este álbum. Esta melodía sincopada nos invita a una danza ritualista de desvanecimiento y reincorporación, entre loops de efectos de coros.
Y para dar cierre a esta obra Cirrucumulus de 41 segundos de duración nos presenta tiernas secuencias a manera del desvanecimiento del trance, para regresar a la realidad concluyendo el viaje de ÉTER.
Recomendaría escuchar todas las piezas de este material de forma continua, en un espacio tranquilo y cómodo, para disfrutar al máximo de la experiencia de este viaje sonoro.
En conclusión, clasifico este álbum como una "hermosa droga auditiva" y como un atisbo de lo que podría ser la música en el futuro: consumida a través de ondas y frecuencias inmersivas que llegan directamente al subconsciente.
A diferencia de su álbum debut "forest epiphany", donde las notas remiten a un proceso de integración con la naturaleza, en éter se percibe como el preámbulo de la inmersión a un sueño lúcido, suaves caricias hacía las fibras del inconsciente para desplazarlo a hermosos y oscuros paisajes propios del interior.
Cada una de las piezas que integran el álbum es nombrada en relación a las diversas formas que adquieren las nubes bajo diversos fenómenos climáticos.
Cumulus, la pieza que abre el álbum, indica un cúmulo de nubes aisladas. Es un tímido loop de secuencias en descenso que invita al oyente al ingreso al túnel de sensaciones.
En Stratus, se encuentra la primera silueta melódica guiada por suaves osciladores polifónicos.
Stratocumulus, una gran masa de nubes oscuras en conjunto, es una pieza de 8.32 minutos de duración en un loop de tono oscuro que otorga un giro en el sentir de placidez hipnótica hasta convertirse lentamente en el sentir de una tensa espiral en la que estamos inmersos.
Cumulonimbus, el cuarto track, es un desplazamiento mediante ondas binaurales que arrebata el consciente hacia un estado introspectivo. Con sus 7.28 minutos de duración, es casi imposible evitarlo.
Altocumulus prosigue este viaje dentro del túnel del inconsciente, dotado ahora de coros sintéticos, donde nuestra mente se verá confrontada a la elección entre dos lados: luz u oscuridad; la elección es nuestra.
Altoestratus aparece con una melódica de tonos más altos, luminiscentes por instantes, y por consecuente se vuelve esa bocanada de aire al emerger a la superficie.
Nimbostratus nos desplaza plácidamente consumidos por loops en desniveles más claros, que junto a Cirrus, la antepenúltima pieza, forman una gama de tonalidades airosas.
Cirrustratus, la penúltima pieza, fue una de las primeras que compuso Alina en la creación de ÉTER y bien podría figurar como el sencillo de este álbum. Esta melodía sincopada nos invita a una danza ritualista de desvanecimiento y reincorporación, entre loops de efectos de coros.
Y para dar cierre a esta obra Cirrucumulus de 41 segundos de duración nos presenta tiernas secuencias a manera del desvanecimiento del trance, para regresar a la realidad concluyendo el viaje de ÉTER.
Recomendaría escuchar todas las piezas de este material de forma continua, en un espacio tranquilo y cómodo, para disfrutar al máximo de la experiencia de este viaje sonoro.
En conclusión, clasifico este álbum como una "hermosa droga auditiva" y como un atisbo de lo que podría ser la música en el futuro: consumida a través de ondas y frecuencias inmersivas que llegan directamente al subconsciente.
ETER presents us with a rain of subtle and taciturn sequences that hypnotize us from the first minute and urge us to take refuge in the depths of our psyche. It is the second album by Alina Sánchez, the multidisciplinary experimental artist born in Tlaxcala, Mexico, whose body of artistic work emphasizes themes such as time and the ephemeral, denoting these concepts in this experimental electronic sound work.
In comparison to her debut album "forest epiphany," where the notes refer to a process of integration with nature, in ether, it is perceived as the preamble to immersion in a lucid dream, gentle caresses towards the fibers of the unconscious to displace it to beautiful and dark landscapes of the interior.
And it is under this idea of momentary materialization like the mist or life itself that she names each of the pieces that make up the album, referring to the various forms that clouds take under different weather phenomena.
Cumulus, indicating an isolated cumulus cloud, is the piece that opens the album, and it is just that, a timid sequence loop in descent that invites us to enter this tunnel of sensations.
In Stratus, we already find the first melodic silhouette guided by soft polyphonic oscillators. Stratocumulus, as its name suggests, is a large mass of dark clouds together. This is a piece of 8.32 minutes in duration in a loop of dark tone that gives us a turn in the feeling of hypnotic placidity until it slowly becomes the feeling of a tense spiral in which we are immersed.
Cumulonimbus, the fourth track of this work, is a displacement through binaural waves that, through a sequential pulse, takes the conscious towards an introspective state, and with its 7.28 minutes of duration, it is almost impossible to avoid it.
Altocumulus continues this journey inside the tunnel of the unconscious, now equipped with synthetic choirs, where our mind will be confronted with the choice between two sides of light or darkness, the choice is ours.
Altoestratus appears with a melodic of higher, luminous tones at times, and consequently becomes that breath of air when emerging to the surface.
Nimbostratus, at this point in the album, we are already moving placidly consumed by loops in clearer undulations, which together with Cirrus, the antepenultimate piece, form a range of airy tones.
Cirrustratus, this penultimate piece, was one of the first that Alina composed in the creation of ether and could well be featured as the single of this album. This syncopated melody invites us to a ritualistic dance of fading and reincorporation, between loops of choir effects.
And to conclude this work Cirrucumulus, with a duration of 41 seconds, presents us with tender sequences in the manner of the fading of the trance, to return to reality, concluding the journey of ether.
I recommend listening to all the pieces of this material continuously, in the intimacy of solitude and in a comfortable position to experience the full experience of this journey.
In conclusion, I classify this album as "A beautiful auditory drug" and as a slight glimpse of what music could be in the future, music being consumed based on waves and frequencies in an immersive way directly at the subconscious level.
In comparison to her debut album "forest epiphany," where the notes refer to a process of integration with nature, in ether, it is perceived as the preamble to immersion in a lucid dream, gentle caresses towards the fibers of the unconscious to displace it to beautiful and dark landscapes of the interior.
And it is under this idea of momentary materialization like the mist or life itself that she names each of the pieces that make up the album, referring to the various forms that clouds take under different weather phenomena.
Cumulus, indicating an isolated cumulus cloud, is the piece that opens the album, and it is just that, a timid sequence loop in descent that invites us to enter this tunnel of sensations.
In Stratus, we already find the first melodic silhouette guided by soft polyphonic oscillators. Stratocumulus, as its name suggests, is a large mass of dark clouds together. This is a piece of 8.32 minutes in duration in a loop of dark tone that gives us a turn in the feeling of hypnotic placidity until it slowly becomes the feeling of a tense spiral in which we are immersed.
Cumulonimbus, the fourth track of this work, is a displacement through binaural waves that, through a sequential pulse, takes the conscious towards an introspective state, and with its 7.28 minutes of duration, it is almost impossible to avoid it.
Altocumulus continues this journey inside the tunnel of the unconscious, now equipped with synthetic choirs, where our mind will be confronted with the choice between two sides of light or darkness, the choice is ours.
Altoestratus appears with a melodic of higher, luminous tones at times, and consequently becomes that breath of air when emerging to the surface.
Nimbostratus, at this point in the album, we are already moving placidly consumed by loops in clearer undulations, which together with Cirrus, the antepenultimate piece, form a range of airy tones.
Cirrustratus, this penultimate piece, was one of the first that Alina composed in the creation of ether and could well be featured as the single of this album. This syncopated melody invites us to a ritualistic dance of fading and reincorporation, between loops of choir effects.
And to conclude this work Cirrucumulus, with a duration of 41 seconds, presents us with tender sequences in the manner of the fading of the trance, to return to reality, concluding the journey of ether.
I recommend listening to all the pieces of this material continuously, in the intimacy of solitude and in a comfortable position to experience the full experience of this journey.
In conclusion, I classify this album as "A beautiful auditory drug" and as a slight glimpse of what music could be in the future, music being consumed based on waves and frequencies in an immersive way directly at the subconscious level.
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